En un pais oriental un padre acababa de morir y había dispuesto en su herencia que la mitad de sus bienes fueran para el hijo mayor, una tercera parte para el segundo y una novena parte para el tercero. El total de la herencia constaba de 17 camellos y por más vueltas que los hijos daban al problema no encontraban ninguna solución que no pasara por descuartizar a algunos animales, lo que evidentemente era malo para todos. Pasó por allí cabalgando en un camello un mullah, un predicador ambulante, al que decidieron pedirle consejo. Despues de escucharlos el hombre les dijo: "No os preocupeis. Yo añado mi camellos a los vuestros y ya teneis 18 camellos. Tu el hijo mayor, recibes la mitad, es decir, 9. Tú el segundo recibes una tercera parte, es decir, 6. A ti, el más joven, te toca una novena parte, es decir 2 camellos. En total 17 camellos y sobra uno, a saber el mío, con el que me voy a seguir mi camino".
De esta forma gustaba explicar Paul Watzlawick (http://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Watzlawick), al que tuve la suerte de conocer personalmente hace años en un congreso andaluz de psiquiatría que se celebró en Huelva, lo que para él representaba el papel del psicoterapeuta. Generalmente una persona perturbada es alguien que tiene una construcción muy rígida de la realidad o más bien una construcción de la realidad que identifica con la única posible. Quizá durante mucho tiempo ese conjunto de significados le haya servido para vivir con cierta comodidad psicológica y para resolver de una forma para él aceptable los problemas de la vida. Sin embargo una determinada situación nueva que intenta resolver con soluciones intentadas en situaciones parecidas le desencadena escenarios y emociones en los que se siente desamparado o angustiado, de tal forma que toda su construcción del mundo, lo que incluye su propio autoconcepto, se pone en crisis.
La psicología y la psiquiatría han jugado mucho con el concepto de adaptación a la realidad, lo que asume una realidad externa y objetiva a los sujetos, que enfermarían por no saber adaptarse a ella. Sin embargo Watzlawick y el grupo de Palo Alto comparten el constructivismo radical (http://reocities.com/CapeCanaveral/galaxy/7755/biblioteca/textos/constructivismo_radical.pdf ). Esta concepción supone que puede haber, y de hecho las hay, distintas construcciones de la realidad donde los individuos puedan sentirse bien. El constructivismo diferencia entre saber y realidad. Mientras la concepción tradicional de la teoría del conocimiento, así como de la psicología cognitiva, considera esta relación siempre como un acuerdo o correspondencia gráfica (icónica), el constructivismo radical ve dicha relación como una adaptación o ajuste en el sentido funcional. Una llave encaja en la cerradura cuando la abre. Ese encajar describe una capacidad de la llave, pero no de la cerradura. Por los ladrones de profesión sabemos demasiado bien que existe una gran cantidad de llaves con formas diferentes de las nuestras pero que no por eso dejan de abrir nuestras puertas.
Así muchas veces la mejoría de un paciente depende de que alguien le preste un camello para que se de cuenta de que la realidad en la que vive no es la única posible. Reestructurar es para Watzlawick darse cuenta de que un objeto puede pertenecer a más de una clase, es decir , que es posible hacer un nuevo relato de la realidad que nos haga sentir que no hay un solo significado para lo que nos ha pasado o lo que imaginamos. No se trata, por tanto, de buscar otra nueva clase exclusivamente verdadera para el objeto sino de darse cuenta de que puede pertenecer a otra o a varias clases igualmente válidas. Buscar otra clase realmente “real” sería caer en más de lo mismo lo que muchas veces constituye el auténtico problema y llevar a profecías autocumplidoras. Distintas llaves pueden abrir la misma puerta. "Tal como veía la situación era un problema. Ahora la veo de una forma diferente y ya no es un problema" manifestaba un paciente.
El problema del constructivismo radical es que si se saca de contexto puede ser manipulado sobre todo en sus aspectos sociológicos y educativos ya que, interesadamente, puede llevar a negar cualquier tipo de hecho. Todo podría convertirse en opinión y crearse realidades "igualmente respetables" aunque fueran claramente inventadas. El actual poder de los medios de comunicación hace esta posibilidad más que plausible y peligrosa en el ámbito social, aunque también puede serlo en las interacciones personales manipuladoras. (En http://enlaceacademico.uson.mx/work/resources/LocalContent/73634/1/ResenaCorcuff.pdf pueden leerse como el constructivismo radical se utiliza en sociología).
Para acercarse a Watzlawick podeis leer uno de sus deliciosos libros de divulgación (El arte de amargarse la vida) en http://www.opuslibros.org/PDF/Paul%20Watzlawick%20-%20El%20Arte%20de%20Amargarse%20la%20Vida.pdf . Y si os interesa profundizar podeis atacar su gran libro teórico Teoría de la comunicación humana (Herder, 1997; resumen de conceptos ver aquí http://www.monografias.com/trabajos14/paul/paul. y Cambio y El lenguaje del Cambio (Herder Biblioteca de Psicología. Como decía Wittgenstein en una carta de 1917 a su amigo Paul Engelmann :"En nuestro mejores momentos nos despertamos tanto del sueño que reconocemos que soñamos"
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